Alguna vez habréis escuchado estas palabras: efecto placebo. Sin duda alguna es algo que está de moda y que mucha gente no llega a entender o tiene asociado a un contexto o significado equivocado.
El efecto placebo, cada vez se utiliza más en medicina y pruebas relacionadas con la salud. En el artículo de hoy, vamos a tratar de comentar qué es el efecto placebo, y dónde se utiliza y qué se pretende obtener con el mismo.
¿Qué es realmente el efecto placebo?
Primero, debemos comprender que es un placebo. En medicina, se entiende por sustancia placebo aquella que no tienen ningún componente activo. Se puede encontrar en pastillas, jarabe, polvos… Pero cualquiera de estos productos placebos, será inerte, no tendrá un efecto real basado en sus propiedades sobre el paciente.
El placebo, por regla general, provoca que el paciente piense que está tomando un medicamento o siguiendo un tratamiento que realmente será efectivo y aliviará su dolor, curará su problema o mejorará su salud. Como hemos comentado, esto no se produce por las propiedades del propio placebo, por lo que cualquier mejoría o reacción adversa, será sin duda producto de la sugestión o la propia mente del paciente. A este fenómeno, se le conoce como efecto placebo.
¿Cuándo y dónde se utiliza el placebo?
El placebo se suele utilizar en diversos casos, por lo general, siempre en tratamientos o pruebas que incluyan diversos fármacos o productos con un mismo fin:
- Cuando vamos a realizar unas pruebas alérgicas a medicamentos, en muchas ocasiones, el placebo se utiliza entre las muestras reales de medicamentos, para tratar de confundir al paciente y que las reacciones sean 100% naturales.
- En casos donde el médico dude de la veracidad del paciente o crea que los síntomas no se corresponden con ninguna enfermedad, puede recetarle este tipo de pastillas, o tratamientos de efecto placebo, para comprobar si realmente los síntomas persisten, o en realidad era todo una farsa.
Tratamientos que el propio paciente propone o rechaza, de forma que condiciona la elección del profesional, pudiendo utilizarse un placebo en los casos donde se estime necesario.
Estas son las situaciones más habituales, pero no son ni mucho menos las únicas, cada médico recibe a diario muchas consultas y debe decidir diferentes tratamientos, el placebo es simplemente una forma de comprobar ciertos comportamientos de los pacientes y ver como responden ante ciertos estímulos que en estos casos no se corresponden con los activos de ningún medicamento.
Conflictos éticos en los médicos debido a los placebos:
Actualmente, los placebos están totalmente integrados en nuestra sociedad, y los médicos los tienen a plena disposición, pero se plantea un conflicto, y es que cuando le suministramos a un paciente un placebo, evidentemente este no lo sabe, y puede dar lugar a interpretar esta situación como un engaño.
Además, es normal que tras ver los resultados, en el caso de ser realmente reveladores, el especialista le comente al paciente que ha sido producto de un placebo, lo que se traducirá en una pérdida de confianza por las dos partes, de modo que el «efecto placebo» es realmente un problema ético que deben afrontar en su día a día los médicos.
Os invitamos a compartir con nosotros en la sección de comentarios vuestras experiencias con los placebos, si habéis sido «victimas» de estos tratamientos o si estáis a favor o en contra de su uso.
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