Es una decisión difícil que tomamos cada cierto tiempo; el escoger un corte de pelo no es un acto frívolo ni pasajero, la imagen que proyectamos depende de muchos factores; Nuestro estado de ánimo tiene un peso enorme en ello si estamos tristes o eufóricos lo reflejaremos de inmediato en nuestro modo de actuar y reaccionar ante los demás. Por otro lado nuestra apariencia ejerce una fuerte influencia en nosotros mismos y en cómo nos relacionamos con nuestro entorno, la manera en que nos expresamos con nuestro cuerpo, vestimenta y por supuesto nuestro cabello transmiten mensajes que van más allá de las palabras, es por esta razón que al visitar el estudio de belleza no debemos improvisar con esto, unos minutos de atención hacia lo que queremos y cómo nos sentimos, pueden marcar una diferencia enorme a la hora reinventarnos.
Todas hemos leído en muchas ocasiones que debemos conocer la forma de nuestro rostro a la hora de cortarnos el pelo; esto es muy cierto, conociendo tu estructura ósea y mirando con atención la línea que marca el nacimiento de tu cabello en la frente puedes determinar qué tipo de rostro tienes y escoger una tendencia que te guste, no se trata de enfocarte en una característica y percibirla como limitante, puedes aprovecharla para sacar partido de rasgos que pasaban desapercibidos que ocultabas deliberadamente.
Tu tipo de cabello marca la diferencia. Lacio, rizado y hasta mixto, cada uno de estos tipos de cabello tienen cortes más o menos favorecedores, tu estilista te orientará acerca de ellos, si los rizos son lo tuyo, unas líneas marcadas no serán la mejor alternativa, con tantas opciones solo es cuestión de estudiar un poco cada una de ellas.
Tu rutina diaria también debe ser considerada aquí, ya seas deportista, abogada o trabajes desde casa necesitarás un corte que se adapte a tus necesidades. Algunas tenemos más o menos tiempo para ir a la peluquería a arreglarnos y otras optan por un arreglo rápido y práctico en casa, en ambos casos, si el diseño en tu cabello está bien definido no tendrás esas catástrofes que suelen ocurrir al pasarse el efecto del corte y secado en la peluquería.
Lo anterior nos lleva a preguntarnos ¿Estoy en manos de la persona adecuada?. Si nunca estás totalmente conforme al salir de la peluquería debes considerar cambiar de estilista. Sencillamente no funciona para ti, no entraremos a juzgar a quien te atendía con regularidad, solamente enfócate en buscar alguien que interprete correctamente lo que quieres y que te aporte sugerencias e ideas positivas y favorecedoras.
No ignores tu estado de ánimo, estar de mal humor o estar en una etapa depresiva afectan completamente la percepción que tienes de ti misma, si no te percibes positivamente en ese momento tal vez tu decisión no sea la más acertada.
¿Qué mensaje quieres enviar?. Si tu profesión exige muchos eventos sociales o si por el contrario estás inmersa en una investigación bajo el mar, tendrás una idea de cómo deseas proyectarte en ese nivel, si eres una estudiante o una madre súper atareada también tienes que ocuparte de cómo te percibe tu entorno, no lo veas como “el qué dirán”, usa tu imagen a tu favor, un moño conservador luciría extraño en el día a día de una chica que haga música en una banda de heavy metal.
Ten precaución con los cambios radicales, si quieres pasar de morena a pelirroja o pretendes un corte pixie y tu cabello te llega hasta la cintura, tal vez debas pensarlo un poco mejor, ya sabemos que crecerá pero es que hay cambios y cambios. Si después de ese momento de osadía te llegaras a arrepentir, las opciones para solucionarlo tal vez no sean tan rápidas o efectivas como quisieras.
Por último siéntete bien contigo misma, es una frase común pero muy cierta, aceptarte tal y como eres es el paso más importante, esa a quien miras todos los días en el espejo, es la mujer más espectacular del planeta, aprende a quererla y a decidir lo mejor para ella, tómate el tiempo que sea necesario para escoger un estilo que saque lo mejor de ti.
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