Esta vez hablaremos del ombré, una técnica de coloración que se destaca por su belleza y delicadeza, desde hace un tiempo observamos esas impresionantes cabelleras en tonos degradados que parecen salidas de una auténtica novela romántica, y es que esa moda de ir de mayor a menor intensidad en el color del cabello es algo que a todas nos encanta; la cabellera puede ir desde un castaño intenso hasta finalizar en un dorado etéreo, en cualquier color de cabello que se nos ocurra podemos llevarlo, el efecto es deslumbrante, en cabellos largos y medianos es donde se puede apreciar con más detalle esta técnica, aunque en el pelo corto también luce.
Si es liso o rizado no tiene mayor importancia en este caso, que cuenta verdaderamente en el ombré es la correcta degradación del color y el peinado escogido para llevarlo, si la transición de un color a otro es muy evidente o marcada se verá como una serie de franjas de distintos colores, la experiencia del peluquero es indispensable para que consigas esa transformación en tu melena, cuando la aplica, muchos profesionales prefieren aplicar los tintes con sus manos en lugar de utilizar la brocha la razón de ello sería evitar precisamente lo que comentamos más arriba.
Las versiones más naturales son las más buscadas, el juego de colores alrededor del rostro provoca un efecto de iluminación, si los tonos se combinan adecuadamente confiere una apariencia juvenil; no es para lucir como si estuviéramos en un permanente verano como con las mechas californianas; es más bien para dar la impresión de un cabello ligero y lleno de luz, si eres rubia procura que los colores claros se apliquen con cuidado de no dañar tu pelo debido a la decoloración.
El nuevo ombré que vemos en estos últimos tiempos es la versión “al revés” de la técnica; originalmente el color oscuro se dejaba en la parte superior de la cabeza, desde la raíz hasta donde se comenzaría la transición, ahora esto se hace en sentido inverso, llevando el color claro para el nacimiento del pelo y se oscurece hasta un color sólido en las puntas; no pasa desapercibido en ningún ambiente, aparte de llamativo tiene la ventaja de que el retoque en las puntas mucho menor que con la versión original y el daño por la decoloración es escaso.
Los colores en esta nueva versión también han variado con el tiempo, ya es común ver ombré en tonos pasteles; el rosa y el violeta pasaron a ser clásicos de esta tendencia mientras que el gris de plata a ceniza oscuro nos presenta una cara muy diferente de lo que pensábamos que eran tonos para nuestras abuelas.
A la hora de lucirlo en todo su esplendor es preciso aclarar algo desde el principio: este estilo es para ser admirado por completo; entonces, la mejor manera de lucirlo es suelto, de esta forma las variaciones se apreciarán de forma completa. El tipo de peinado puede variar infinitamente siempre que dejes todo el pelo se extienda en toda su longitud, en los lisos extremos es fascinante apreciar como el cabello va cambiando de color poco a poco mientras que en las ondas se mezclan un poco y crea una ilusión óptica de luz muy interesante; los cortes escalados también son los preferidos entre las que llevan el ombré como técnica de color; las capas que conforman estos cortes potencia el color en toda su dimensión.
Si no quieres pasar desapercibida, el ombré es un boleto seguro para causar impacto en todo el te mire.
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